POR: CAROLINA VALERIO MATEOS
Abro mis puertas, mis paredes responden
Tiemblan, se estremecen, se regocijan
En el estruendo me asombro
Que estando hombro con hombro las manos vacilan
Nuestro cuerpo se agita
Y palpita el corazón, las caricias se esconden
Las miradas pretenden escaparse
Cuando la piel encendida desea amarse
Rompemos distancias en complot mutuo
Y en suspiros vencidos se oculta el coraje
Sin pretensiones ocultas
Recorre sin compasión mis venas, y tu, mis piernas
Intento saberme en tu piel
Y tú, cruel, de la miel de tus besos me alejas
Y luego me besas
Me alejas como estrategia para acercarme a ti
Y dejo a la magia suceder, y al fuego encender
Entre el pensar que estarás enredo nuestros sucesos
Y te duelen mis besos, que arrancan placer
Como queriendo saborearlos entre mis intimas
sombras
Y te derrumbas en fragante explosión desde el ocaso
al amanecer
Entre el caos que perturba mi noche larga
Y la paz del éxtasis, llevo mis manos a la cara
Como conociendo cada parte de mi, ante el oasis
Interrumpo el sueño, el silencio me invade, sacude
mi cuerpo
Me veo en ti, te veo en mí como un próximo sueño
La noche se hace densa, sigilosa, breve y necia
Cierro los ojos y te vuelvo a tener
En las cercanías lejanas que no terminan.
En las cercanías lejanas que no terminan.
1 comentario:
que poema tan excelente y rico, en que parte del mundo esta esa poeta, por favor diganme
Patricio sayes
Dinamarca
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